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6/8/17

Capítulo 2

  Al terminar la clase, Mamoru fue a acosar a Gouenji para que se uniera al club de fútbol y nuestra protagonista no quería perderse el espectáculo.

   -¡Por favor, únete al club de fútbol! ¡Tus chuts son increíbles!- a Mamoru solo le faltaba ponerse de rodillas para pedírselo.

   -No pienso volver a jugar al fútbol.

   Las secas respuestas del delantero de fuego eran algo a lo que Akane ya estaba acostumbrada y Mamoru parecía que le habían cortado las alas.

   -Vamos, Mamoru; la gente tiene sus motivos para no jugar- intentó animarle Akane-. No todo es bonito en el fútbol.

  Akane mostró una sonrisa amarga mientras se llevaba del brazo al capitán hacia la cabaña del club con Silvia y Yuki detrás intentando animar a Mamoru y por consiguiente a Akane que insistía en estar bien aunque no lo demostrara. Dejando al rubio algo trastocado, no se esperaba esa reacción ni se esperaba esa expresión. Muchas de las veces que ella había intentado hablar con él le hablaba de fútbol, de la escuela, cosas que le gustaban...; pero nunca pensó que podría tener algo reteniéndola, demasiado alegre para tener pensamientos así. Recogió sus cosas y se fue a casa.

   Por otro lado estaban en la cabaña del club sus miembros y dos invitadas. Nada más llegar les habían informado sobre el partido contra la Royal. Los ánimos se basaban en el equipo deprimido por el inminente cierre del club, Silvia intentando levantar los ánimos, Mamoru emocionado intentando que Akane se uniera al club, Akane a punto de pegar a Mamoru y Yuki intentando calmar a Akane.

   -¡¿PERO POR QUÉEEEEEEEE?! ÚNETEEEEEEE, PORFAAAAAAAAAAAA.

   -¡Qué no pesado! SI quieres te ayudo a buscar gente, pero no pienso calzarme las botas.

   -Jo, ¡pero me alegro de que quieras ayudar al club!

  -Me voy a casa a hacer carteles, ya nos veremos mañana. Haré que parezca un buen club y no un trastero, chau.

  Salió por la puerta haciéndole burla a Someoka que le estaba soltando injurias y se dirigió a su casa colocándose los cascos. Antes de salir del recinto se giró para ver a Mamoru dando vueltas con un cartel chapucero molestando a todo el mundo. En el fondo, envidiaba al portero del chapucero club de fútbol del Raimon.

3/8/17

Capítulo 1 +

  Dos hombres estaban peleándose en un acantilado al atardecer mientras una chica de cabello negro azabache los miraba desde un par de metros más alejada. Las olas rompían en cada golpe, como si animaran la batalla mientras refrescaban con sus salpicones a los jóvenes. La chica los miraba desde lejos admirando a los bishounen que se encontraban frente a ella y a la vez pensando lo exagerado de la escenografía.

Asobou! Hajimemashite no Happy tune
Asobou! Kimi to boku to ga deau
Sore wa (yokan) sore wa kiseki
Yume no (kodou) yume ga (mitai)
Kimi to (boku no) kiseki
Hajimaru yo oide Listen to my heart! !

  El sonido de la canción del despertador consigue sacar a nuestra protagonista de las manos de Morfeo. La enorme masa de cabello enredado que desafíaba toda ley de física y gravedad, dejaba un espacio para apreciar la cara de su dueña. Mientras abría los ojos y paseaba sus iris rojos por la mesilla para coger y apagar la alarma se dió cuenta de que eran pasadas las ocho menos veinte y sus clases empezaban a en punto. Salió corriendo de la cama mientras soltaba una gran cantidad de insultos inpropios para unca chica de catorce años y se preparaba para ir a clase.

  Salió como un vendaval por la puerta de su casa, dispuesta a coger el ascensor cuando la rutina diaria la aplastó: El vecino de enfrente, que rondaba su misma edad, se había adelantado y ya estaba en el ascensor, cerrando las puertas de este el las narices de nuestra protagonista.

  Ella se dispuso a bajar deslizandose de barandilla en barandilla por las escaleras del edificio llegando al portal, donde el querido vecino estaba abriendo las puertas del edificio.

  -Buenos días, querido vecinito- ella le saludó con un poquito de rentintín. En realidad quería decirle 'Buenos días, pequeño hijo de puta' , pero había que contenerse y ser civilizada.

  -Buenas- su saludo fue seco, como todos los días. Simplemente había girado la cabeza para decirle eso y con las mismas volvió a mirar para adelante.

  A ella le ponía de los nervios, sus miradas frias, esa forma tan seca de hablarle... Ella había intentado todos los días llevarse bien con él, y lo único que recibía era distancia, le daba la sensación que él lo único que quería era alejarse de ella y no comprendía por qué. Y, aunque no sabía el por qué, hoy le notaba diferente.

  Se puso sus cascos y se dirigió a paso rápido a la escuela mientras sus waifus de muse le cantaban canciones positivas para alejar el pensamiento de que ese día iba a ser un día de mierda.

  Al llegar a clase se encontró con la troupe a la que pertenecía durante su intercambio: su mejor amiga Yuki, que la acompañó desde Hokkaido en este intercambio; Mamoru Endou, el capitán del incompleto equipo de fútbol del instituto Raimon y; Aki Kino, la manager del equipo de fútbol y la primera persona que se decidió a hablar con ella.

  Para Akane Moriyani, Aki vino como caída del cielo; era buena, amable y aunque muchas veces les renegaba tanto a ella como a Mamoru por no prestar atención en clase siempre se podía contar con ella. Mamoru vino empujado al escuchar las palabras "soy la capitana del equipo de fútbol de mi instituto" cuando Aki le preguntó por como era en su antiguo instituto. No se le había acercado nadie más de su clase, puesto que la piel blanca y los ojos rojos más el pelo largo negro no hacían nada más que darle un aspecto fantasmagórico.

  Cuando se acercó a ellos se saludaron y pusieron al día con el encuentro de ayer con un delantero de fuego que había ayudado a Mamoru y al equipo de niños con el que solía entrenarse. En su mente Akane pensaba que era demasiado anime para este mundo toda esta historia y el chico demasiado edgy para la vida. Justo al terminar de comentar esto con sus amigos sonó la campana que marcaba el inicio de las clases y fueron a sentarse.

  Al entrar el profesor, venía con un alumno nuevo a clase que resultaba ser su vecino. Mientras ella intentaba no dejarse llevar por la sorpresa Mamoru ya se había levantado y le había gritado al nuevo compañero demostrando que se conocían. Akane solamente dijo en voz baja: "Bienvenido, niño edgy".

Reinicio, otra vez

Voy a volver a escribir los capítulos, los subiré aquí y en fanfiction (https://www.fanfiction.net/s/12587252/1/Other-Inazuma-Eleven-Story-espa%C3%B1ol) para los que queráis verlo antes.
Todo esto a raíz del nuevo anime de IE con los chicos de siempre que sale este octubre, la fiebre por el fútbol que me dió a los 13 años me vuelve ahora con casi 20 tacos que llevo encima.

2/6/15

Chapter 9

-Buenos días, Ice.
-Buenos días, Yuki-tan. Se te ve feliz. ¿ Qué pasó ayer tarde?
-Nada, solo salí de paseo con Axel.
Ice se quedó mirando como su amiga dejaba sus cosas en el asiento y se preparaba para la clase. Estaba analizando las ultimas palabras que salieron por la boca de su amiga.
-¿Qué ayer que?
-Ayer salí con Axel a pasear.
Lo decía como si no fuera gran cosa, como si fuera normal, pero a la vez parecía que le habían regalado un cubo lleno de chocolate.
-Oh dios, ¿Me estas diciendo que ya tienes novio y no se te ocurre decírmelo?
-¿¡Qué!?¡No es mi novio!-dijo esta declaración con sus mejillas sonrosadas.
-Ya, ya, seguro que ninguno de los dos quiere nada, solo "amigos"- Ice recalcó esta palabra, ya se estaba viendo venir lo que sucedería: pasarían más tiempo juntos, y un día se tomarían las manos y comenzarían a salir-. ¿Tú le has dicho que eres una otaku y que fangirleas como si no hubiese mañana?
-Emmm, ¿no lo sabe ya?- puso su carita de no entender muy bien la situación.
-No creo que lo sepa si no se lo has dicho tú.
-Oh, pues ya lo sabrá, todo a su debido momento...
-En fin, dime que hiciste con Axel ayer- Ice se repetía mentalmente que Yukiko era su amiga y que la quería, porque su emmpanamiento la sacaba de quicio.
-Pues... Fuimos a ver a su hermana pequeña al hospital y luego fuimos a por un helado.
-Menudo planazo para una primera cita...-se susurró Ice para si misma- ¿Se puede saber por qué demonios te llevó al hospital?
-Porque era por su hermana por lo que no jugaba al fútbol.
-Oh, trágico...
El timbre de inicio de las clases sonó y el maestro entro por la puerta. Se giraron y atendieron en clase, una más que otra. Yukiko decidió abrir de nuevo su cuaderno de ideas y lo vio. Una nota en la que ponía: "Deberías tener más cuidado con las cosas que te importan, no siempre estaré ahí para recoger el cuaderno del suelo". No estaba firmada, pero tampoco es que hiciera falta. Ella sabía perfectamente quien había escrito eso, y no pudo evitar ponerse roja y tumbarse encima del escritorio. Quería morirse pero a la vez estaba feliz, era extraño, no sabía qué estaba pasando por su cabeza. Pero eso daba igual, a la hora de comer tocaba interrogatorio en la clase de al lado.
Terminaron las clases y tocó el timbre para el almuerzo.
-Tenemos que hablar de una cosa-le dijo Yukiko a Axel mientras ponía su fiambrera en la mesa de Axel y cogía una silla.
-¿Y tienes que venir a comer aquí?
-Luego se me olvida, además, seguro que comes siempre solo.
-Si vais a comer juntos yo me apunto-dijo Mark mientras pegaba una mesa a la de Axel y llamaba a Silvia.
Hay que añadir que Ice también fue a comer con ellos en grupo.
-¿Ya estamos todos?Pues Itadakimasu.
Todos abrieron sus fiambreras y se pusieron a comer. Ice dominaba sus palillos con gracia y elegancia mientras que Yukiko comía con cuchillo y tenedor.
-El cafo ef que quiefo fafer pof que me efcribifte era nota en mi cuadefno-dijo Yukiko con su arroz con tomate frito en la boca.
-Mastica y luego me dices lo que quieres- le contestó Axel.
Traga.
-Que por qué me escribiste esa nota en mi cuaderno.
-Creo que merecías una pequeña reprimenda.
-¡Eh! ¡Qué no soy una niña pequeña!
Yukiko hinchó sus mofletes y Axel rió. La clase quedó en silencio ya que era la primera vez que oían a aquel chico tan frio reír; pero ellos no se daban cuenta, solo hablaban y reían.
-Si, al menos ellos no pierden sus cuadernos.
-Alguien va a volver a su casa descalzo o con un chichón, ya veremos.
-Exacto, ya veremos. No creo que puedas conseguirlo.
-¿Es eso un reto, Blaze?- Yukiko se apoyó encima de la mesa y se acercó a Axel con una sonrisa.
-Podría ser-Axel imitó el gesto de su compañera.
Sus rostros estaban tan cerca que sentían la respiración del otro, todos en la clase estaban atentos a ellos y a lo que iba a pasar. Axel mantenía una cara de poker, aunque su cuerpo se empezaba a calentar y su mente empezaba a traicionarle haciéndolo recordar aquellos momentos y se imaginaba lo que sería acercarla a él. En cambio, Yukiko solo pensaba en mantenerle la mirada retándole.
-Voy a vengarme de tus comentarios, Blaze- y se sentó.
-Intentalo- le contestó Axel que se volvió a sentar y agradeció separarse de ella. Esa chica conseguía hacerle perder la calma.

5/5/15

Chapter 8

-Wow.
Fue el único sonido que pudo salir de los labios de Yukiko, se había llevado una gran sorpresa. Ella se esperaba una reprimenda, no un acto de sinceridad con ella. Tampoco pudo evitar el quedarse embobada mientras contemplaba la seria mirada y atenta a sus movimientos de Axel.
El medio minuto en el que se quedaron uno frente al otro pareció eterno, como si el tiempo se hubiese detenido. El momento fue roto por Yukiko que no pudo evitar hacer una pregunta de las suyas:
-¿Me puedo cambiar antes? El uniforme me está pidiendo a gritos que lo eche a lavar.
-Ve, no tardes mucho.
-Ok. No tardaré más de un minuto.
Yukiko le sonrió, cerró la puerta y fue corriendo a darse una ducha. Maldijo el momento en que no se había duchado trás gimnasia por llegar antes a casa. No es que el olor echara para atrás pero si alguien se acercaba a ella olía. Sus mejillas se encendieron mientras pensaba en la posibilidad de que Axel hubiese podido oler su sudor. Tampoco pudo evitar ponerse colorada al acordarse del eroge yaoi que estubo probando ayer y su escena de 'tú sudor huele bien'.
MIentras tanto, Axel esperaba apoyado contra la pared cerca de la puerta. Aunque Yukiko no le había visto, él le había sonreído de vuelta. Pero no solo eso, sin darse cuenta siguió sonriendo mientras se apoyaba en la pared hasta que sacó el movil para comprobar la hora y se vió reflejado en la pantalla. Entonces recuperó la compostura, lo que iba a revelar era algo muy serio y se sentía algo culpable por estar disfrutando de ese momento. Aunque sabía perfectamente que no podía evitarlo.
Unos minutos más tarde, Yukiko salía de su casa mientras pensaba en su juego eroge y en la buena pareja que hacían los protagonistas. 'Tal vez me compre el cd drama', iba pensando mientras abria la puerta y veía a Axel mirando su móvil . Entonces se giró para mirarla.
-Vámonos.
Iban caminando por la calle en silencio, y Yukiko no tenia ni idea de donde se dirigía. Cuando pasaron enfrente de una juguetería e hicieron una parada Yukiko no pensó en ver a Axel cargando un osito de peluche gigante y rosa. 
-Oye, eso es gigante, me tiene que llegar por la cintura, ¿Seguro que no necesitas ayuda para llevarlo?
-Estoy bien, no pesa nada.
-Yo no lo digo por que pese, si no porque no tienes que poder ver una mierda con eso delante de tus narices.
Cambió el peluche de posición, cogiedolo con un brazo en jarra al lado de su cuerpo.
-¿Ya?
-Mejor.
Caminaron un rato más, esta vez hablando de cosas vanales. Hasta que llegaron al hospital.
'Oh mai goh, ¿Por qué coño me trae al horpital?' pensó Yukiko. Miró a Axel y como su cara se había puesto seria. 'Oh  no, la típica novia en el hospital no. Vamos seguro que no es eso, lees demasiado fanfiction'. Subieron escaleras y llegaron a una habitación.
-Es aquí-. Dijo Axel, mientras miraba a Yukiko a los ojos-. Puedes pasar si quieres, pero preferiría que lo hicieras porque tendremos más intimidad.
-Esta bien.
Yukiko se preparaba para encontrarse con una chica dulce y comprensiba o, como en el mundo real pasaba, la típica novia que le daría dos patadas en el culo. Pero no fue así, lo que vió fue a una niña pequeña tumbada en la camilla, con aparatos que la ayudaban a respirar y, básicamente, a seguir con vida mientras parecía dormir placidamente.
Axel dejó el oso de peluche a su lado en una mesilla y le dirijió unas dulces palabras entre susurros que Yukiko no pudo distinguir, solo podía mirar a la chica que estaba allí tumbada. 
Axel se sentó en una silla que había y con la mano le hizo un gesto a Yukiko para que se acercara.
-Ella es el motivo por el que no juego al  fútbol.
-¿Qué pasó?
-La atropelló un coche mientras iba al estadio a verme jugar. Si no fuera por mí, mi hermana no estaría en esa cama.
-Pero, no creo que a ella le guste lo que estas haciendo...-Yukiko hizo una pausa mientras escogía las palabras adecuadas- Quiero decir, si iba a verte es porque te apoyaba y tal ¿no? No creo que le gustara que hubieras dejado de hacer algo que te gusta por eso...
Axel no contestó. Se limitó a cerrar el puño y mirar para otro lado.
Tras un rato de silencio sepulcral, Axel se digno a mirar a una Yukiko que no sabia que hacer y le preocupaba haber hablado de más.
-Te agradezco haberme acompañado hasta aquí-, dijo con una sonrisa que no podía hacer pensar en lo que había pasado antes ni cuanto tenía que estar sufriendo- ¿me dejas agradecértelo con un helado?
Yukiko dudó un segundo antes de contagiarse con esa sonrisa y contestar con un sí.
Cuando salían de la habitación se encontraron con Mark. En la puerta. Espiando.
-E-esto, yo... ¡No quería espiar ni nada! Pero... Estaba preocupado, pensaba que os había pasado algo...
Tras una pequeña discusión, todo quedó aclarado y en paz. Se separaron al salir del hospital: Mark se fue por su lado; Yukiko y Axel a por un helado de camino a casa.

3/11/14

Chapter 7

Las primeras palabras pronunciadas ante el silencio que provocó  el desconcierto ante el alboroto causado por el peliblanco fueron dichas por Yukiko que demostraba su poco tacto diciendo lo primero que se le venía a la cabeza:
-¿No debería ponerse una camiseta antes de que le amonesten por desorden público y exhibicionismo?
Todos la miraron y Mark no pudo evitar reírse contagiando al resto del equipo. Habían ganado a la Royal y eso era lo importante. Aunque la celebración hubiese sido mayor si hubiese habido un jugador más en el equipo.
Pero no a todos le entristecía que Axel no se uniese al equipo, Dragonfly no estaba de acuerdo con que este 'chulo playa' se uniera al equipo. El delantero estrella del equipo Raimon no era ese tío, lo era él, y no iba a dejar que se lo arrebatasen.
Al día siguiente, empezó la campaña 'Únete al equipo, Axel por favor te lo pedimos'. Una estrategia creada por Mark, Yukiko y Silvia (que estaba en desacuerdo pero no podía negarse) que consistía en presionar a Axel para que se uniera al equipo o, por lo menos, saber porque no quería unirse a este. La estrategia constaba de un acoso de camino por parte de Yukiko hasta llegar al Raimon donde Mark se les uniría. Luego, Mark le molestaría en clase, maas de doble perturbación en los descansos y un acoso por parte de Yukiko hasta llegar a casa. Silvia les vigilaría para que no se pasasen de la raya. Según los calculos previstos, en dos días caería.
Lo que no se imaginaban eran los rumores que iban a comenzar a expandirse por el instituto sobre este cuarteto, rumores como:
'Yukiko ha dejado a Mark y ahora está con Axel'.
'Mark esta celoso de Axel'
'Mark quiere hacer un trío'
'Mark es gay y es el rival por el amor de Axel de Yukiko. Pobre Silvia'.
'Silvia y Yukiko son fuyoshis y quieren ver yaoi en vivo'.
Y una larga lista con los rumores mas raros y absurdos fueron expandiendose por el instituto.
A los dos días, los acosadores se veían acosados y tuvieron que dejar de acosar a Axel para que los rumores se fueran enfriando y poder volver a la rutina habitual. Por lo menos su pronóstico había acertado: A los dos días terminaron de acosar.
Cuando Yukiko, derrotada, se disponía a entrar en su casa, se encontró con una visita inesperada: su vecino Axel Blaze la esperaba en su puerta.
-Hey, ¿qué pasa? ¿Vienes a renegarme o algo por lo de estos días? Porque prefiero pasar, ya estoy bastante cansada con los rumores y demás mierdas, gracias.
-No vengo a eso. Vengo a contarte algo.
Yukiko, que ya había abierto la puerta y tenía un pie dentro de la casa, se giró para mirar sorprendida y bastante desconcertada a su inesperada visita (a quien queremos engañar, lo único que pensaba era como no había ido antes a renegar de ella).
Ante la repentina mudez de su vecina, Axel, respondió a la pregunta que se palpaba en el ambiente.
-Vengo a hablarte sobre mis motivos por los que no juego al fútbol.

14/9/14

Chapter 6

Los días pasaban rápido. Mark buscaba miembros, Silvia intentaba animar al resto del equipo, Yukiko entrenaba todo lo que podía y Axel, bueno, Axel no hacía mucho pero siempre que Yukiko y él coincidían apartaba la vista con un casi imperceptible sonrojo en su cara.
Yukiko desataba su rabia y frustración en cada tiro que realizaba, tanta era la fuerza provocada en sus disparos que no pudo evitar pinchar unos cuantos y conseguir unas agujetas que hacían de su caminar algo bastante cómico. Pero no sentía que pudiera parar, pronto la trasladarían al Raimon para siempre y entonces podría jugar en el mismo equipo que Mark. Aunque no pensaba en el equipo que dejaba a sus espaldas: Season Kings. El equipo en el que había crecido convirtiéndose en una de las mejores jugadoras del país y además de ser la capitana de este equipo. Pero el entusiasmo y el amor por el fútbol de Mark la habían hechizado.
Mientras tanto, por su parte, Axel se encontraba en una encrucijada: ¿Qué es lo que sentía por Yukiko? ¿Acaso solo era deseo o era algo más profundo?. A eso había que sumarle el hecho de que no podía quitarse de la cabeza esa imagen de ella en pijama, con lágrimas en los ojos entrecerrados, las mejillas rojas, los brillosos que tenía los labios tan perfectos para... Pero lo más importante era que cuando bajó un poco la vista pudo ver a la perfección la forma de sus pechos a través del cuello holgado del pijama. Aunque no los vió enteros, esa imagen se le quedó grabada el su cabeza a fuego. Debía cuanto antes aclarar este tema para poder centrarse en los asuntos que le ocupaban.
Y así pasó volando la semana y llegó el día del partido contra la Royal. Todos estaban muy nerviosos, excepto Mark, que era un chico especial y lo que estaba era entusiasmado. Yukiko se encontraba viendo el partido sentada a la sombra en el mismo árbol en el que Axel se encontraba.
-No puedo evitar estar de los nervios por este partido, espero que Mark pueda con los tiros de la Royal- comentó con Axel antes de que el partido comenzara.
Como era de esperar, la Royal le estaba dando una paliza al Raimon; pero lo peor fue cuando empezó el segundo tiempo: la Royal se divertía a base de pegar balonazos a los jugadores del Raimon. Yukiko no podía creerse la masacre que estaba presenciando mientras Axel chasqueaba la lengua como signo de su creciente enfado. El único que quedaba en pie era Willy Glas, que salió corriendo del campo nada más verse solo en el campo, tirando la camiseta al suelo. Antes de que Yukiko se pudiera levantar, Axel había cogido la camiseta y se la ponía mientras se dirigía al campo.
Gracias a Axel el equipo recuperó fuerzas y con su supertécnica del tornado de fuego consiguió meter un gol. Después de aquello la Royal se fue y el Raimon ganó el partido por abandono. Mientras todos festejaban la victoria y lo que sería la unión de Axel al equipo, este devolvió la camiseta y se fue del campo.