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Chapter 8

-Wow.
Fue el único sonido que pudo salir de los labios de Yukiko, se había llevado una gran sorpresa. Ella se esperaba una reprimenda, no un acto de sinceridad con ella. Tampoco pudo evitar el quedarse embobada mientras contemplaba la seria mirada y atenta a sus movimientos de Axel.
El medio minuto en el que se quedaron uno frente al otro pareció eterno, como si el tiempo se hubiese detenido. El momento fue roto por Yukiko que no pudo evitar hacer una pregunta de las suyas:
-¿Me puedo cambiar antes? El uniforme me está pidiendo a gritos que lo eche a lavar.
-Ve, no tardes mucho.
-Ok. No tardaré más de un minuto.
Yukiko le sonrió, cerró la puerta y fue corriendo a darse una ducha. Maldijo el momento en que no se había duchado trás gimnasia por llegar antes a casa. No es que el olor echara para atrás pero si alguien se acercaba a ella olía. Sus mejillas se encendieron mientras pensaba en la posibilidad de que Axel hubiese podido oler su sudor. Tampoco pudo evitar ponerse colorada al acordarse del eroge yaoi que estubo probando ayer y su escena de 'tú sudor huele bien'.
MIentras tanto, Axel esperaba apoyado contra la pared cerca de la puerta. Aunque Yukiko no le había visto, él le había sonreído de vuelta. Pero no solo eso, sin darse cuenta siguió sonriendo mientras se apoyaba en la pared hasta que sacó el movil para comprobar la hora y se vió reflejado en la pantalla. Entonces recuperó la compostura, lo que iba a revelar era algo muy serio y se sentía algo culpable por estar disfrutando de ese momento. Aunque sabía perfectamente que no podía evitarlo.
Unos minutos más tarde, Yukiko salía de su casa mientras pensaba en su juego eroge y en la buena pareja que hacían los protagonistas. 'Tal vez me compre el cd drama', iba pensando mientras abria la puerta y veía a Axel mirando su móvil . Entonces se giró para mirarla.
-Vámonos.
Iban caminando por la calle en silencio, y Yukiko no tenia ni idea de donde se dirigía. Cuando pasaron enfrente de una juguetería e hicieron una parada Yukiko no pensó en ver a Axel cargando un osito de peluche gigante y rosa. 
-Oye, eso es gigante, me tiene que llegar por la cintura, ¿Seguro que no necesitas ayuda para llevarlo?
-Estoy bien, no pesa nada.
-Yo no lo digo por que pese, si no porque no tienes que poder ver una mierda con eso delante de tus narices.
Cambió el peluche de posición, cogiedolo con un brazo en jarra al lado de su cuerpo.
-¿Ya?
-Mejor.
Caminaron un rato más, esta vez hablando de cosas vanales. Hasta que llegaron al hospital.
'Oh mai goh, ¿Por qué coño me trae al horpital?' pensó Yukiko. Miró a Axel y como su cara se había puesto seria. 'Oh  no, la típica novia en el hospital no. Vamos seguro que no es eso, lees demasiado fanfiction'. Subieron escaleras y llegaron a una habitación.
-Es aquí-. Dijo Axel, mientras miraba a Yukiko a los ojos-. Puedes pasar si quieres, pero preferiría que lo hicieras porque tendremos más intimidad.
-Esta bien.
Yukiko se preparaba para encontrarse con una chica dulce y comprensiba o, como en el mundo real pasaba, la típica novia que le daría dos patadas en el culo. Pero no fue así, lo que vió fue a una niña pequeña tumbada en la camilla, con aparatos que la ayudaban a respirar y, básicamente, a seguir con vida mientras parecía dormir placidamente.
Axel dejó el oso de peluche a su lado en una mesilla y le dirijió unas dulces palabras entre susurros que Yukiko no pudo distinguir, solo podía mirar a la chica que estaba allí tumbada. 
Axel se sentó en una silla que había y con la mano le hizo un gesto a Yukiko para que se acercara.
-Ella es el motivo por el que no juego al  fútbol.
-¿Qué pasó?
-La atropelló un coche mientras iba al estadio a verme jugar. Si no fuera por mí, mi hermana no estaría en esa cama.
-Pero, no creo que a ella le guste lo que estas haciendo...-Yukiko hizo una pausa mientras escogía las palabras adecuadas- Quiero decir, si iba a verte es porque te apoyaba y tal ¿no? No creo que le gustara que hubieras dejado de hacer algo que te gusta por eso...
Axel no contestó. Se limitó a cerrar el puño y mirar para otro lado.
Tras un rato de silencio sepulcral, Axel se digno a mirar a una Yukiko que no sabia que hacer y le preocupaba haber hablado de más.
-Te agradezco haberme acompañado hasta aquí-, dijo con una sonrisa que no podía hacer pensar en lo que había pasado antes ni cuanto tenía que estar sufriendo- ¿me dejas agradecértelo con un helado?
Yukiko dudó un segundo antes de contagiarse con esa sonrisa y contestar con un sí.
Cuando salían de la habitación se encontraron con Mark. En la puerta. Espiando.
-E-esto, yo... ¡No quería espiar ni nada! Pero... Estaba preocupado, pensaba que os había pasado algo...
Tras una pequeña discusión, todo quedó aclarado y en paz. Se separaron al salir del hospital: Mark se fue por su lado; Yukiko y Axel a por un helado de camino a casa.